05 marzo, 2004

Indiferencia policial en las investigaciones sobre el asesinato de misionera en Mozambique

afrol News, 4 de Marzo de 2004 - Organizaciones católicas y luteranas están acusando a las autoridades de Mozambique de mostrar"indiferencia" con respecto a las investigaciones sobre el asesinato en Mozambique de la misionera luterana Doraci Edinger. El asesinato está relacionado con "una red de tráfico de órganos" en Nampula, norte de Mozambique. Edinger y religiosas católicas españolas denunciaron el tráfico de órganos, pero sus demandas no son tomadas en serio por las autoridades mozambiqueñas.

La Federación Luterana Internacional (LWF, en inglés) expresó ayer su preocupación ante el "evidente retraso" en la investigación del caso de Edinger y solicitó a las autoridades de Mozambique que "se realice una investigación cuidadosa y los culpables sean tratados ante la justicia".

El cuerpo de Edinger, misionera luterana de 53 años y nacida en Brasil, fue encontrado el 23 de febrero en su apartamento de Nampula. La misionera brasileña, en varias ocasiones, había expresado su preocupación por su seguridad, especialmente desde que hubiese apoyado a monjas católicas en sus investigaciones sobre una red de tráfico de órganos humanos y niños.

A finales del año pasado, la misionera católica brasileña Maria Elilda dos Santos denunció el tráfico internacional de órganos humanos que operaba en la región de Nampula. La religiosa presentó un informe a la Liga de Derechos Humanos de Mozambique, en el que se describían a grupos de personas sospechosas de matar a niños pobres para vender sus órganos a sudafricanos. Al hacerlo público, tanto Maria Elilda dos Santos como sus compañeras religiosas -entre ellas un grupo de españolas- del monasterio Matter Dei y otras colaboradoras como Edinger, comenzaron a recibir repetidas amenazas.

Todavía tiene que demostrarse una conexión entre el asesinato de Edinger y la red de tráfico de órganos. Sin embargo, los religiosos lo ven claro. Según el Secretario General de LWF, Péri Rasolondraibe, la federación "está también preocupada por las circunstancias que rodean a este crimen". El líder de LWF ha pedido al ministro mozambiqueño de Interior, Almerino Manhenje, que estudie el caso, ya que no confía en los investigadores locales.

Clérigos católicos y luteranos en la provincia de Nampula han aprendido a temer a la policía local desde que el tema del tráfico de órganos fuese hecho público por Elilda - en muchas de sus declaraciones se indica que los oficiales de policía de Nampula pueden estar implicados en la red-.

Elilda investigó el primer caso de tráfico de órganos conocido -una chica de 12 años que había desaparecido en octubre de 2002-. Su cuerpo fue encontrado sin corazón, pulmones ni riñones. El caso fue notificado a la policía, pero realizó ninguna investigación. Las autoridades de Nampula pidieron enterrar el cuerpo y el caso quedó archivado. Elilda y cinco niños recibieron amenazas de muerte y tuvieron que buscar más tarde refugio en el monasterio. Debido a la falta de protección, la religiosa ha vuelto ahora a Brasil.

Las monjas, sobre todo españolas, en el monasterio de Matter Dei, sin embargo, se enfrentan continuamente a amenazas de muerte y continúan documentando la red de tráfico de órgano de Nampula. Las religiosas han recogido nuevos testimonios de las víctimas de la red que habían conseguido escaparse, incluyendo las fotografías de niños asesinados y con los órganos que les faltas. El mes pasado, cuatro monjas escaparon de un ataque armado después de haber presentado las evidencias ante las autoridades.

Después de las investigaciones de las religiosas, el asistente del Procurador General del Estado, Rafael Sebastião, ha comenzado a estudiar el caso. Sin embargo, el 25 de febrero, dijo que una investigación preliminar no había encontrado "ninguna evidencia" de que órganos hubiesen sido quitados de cuerpos humanos y vendidos. Los especialistas forenses habían investigado 14 cuerpos de fallecidos, pero no habían encontrado nada que apoyase las acusaciones.

Ayer, ocho religiosos católicos, a través de una carta publicada en el 'Diario de Noticias' portugués dijeron que iban a buscar otra posibilidad presentando el caso al Presidente de Mozambique, Joaquim Chissano. "La existencia de una red de tráfico de órganos es innegable", se dice en la carta, denunciando que las autoridades locales no hacen nada.

También el caso del asesinato de Edinger avanza con lentitud. Seis personas han sido ya arrestadas, pero las autoridades de Mozambique rechazan ofrecer información sobre su identidad. El Procurador General Joaquim Madeira ha negado esta semana hacer comentarios sobre una posible relación entre la muerte de la misionera y la supuesta red de tráfico de órganos, diciendo que "hay que dejar primero a los investigadores hacer su trabajo".

© afrol News

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