26 febrero, 2004

Una misionera evangélica brasileña es asesinada en Mozambique

PORTO ALEGRE, 26-2-2004 (Alc/ACPress.net).
La diaconisa luterana Doraci Edinger, 53 años, obrera de la Iglesia Evangélica de Confesión Luterana en el Brasil (IECLB) cedida a la Iglesia Luterana de Mozambique, fue asesinada en la ciudad de Nampula, a 700 km al norte de Maputo.

Su cuerpo fue encontrado el lunes 23 en el departamento donde residía, aunque el crimen ocurrió probablemente el sábado 21, en circunstancias aún no aclaradas por la policía local. Doraci Edinger estaba en Mozambique desde julio de 1998, con el apoyo de la Federación Luterana Mundial, y gozaba de la simpatía de las congregaciones locales.

En más de una oportunidad, la hermana Doraci expresó preocupación por su seguridad, dada la naturaleza del trabajo que desarrollaba. La IECLB la había autorizado a retornar al Brasil, pero ella prefirió dar continuidad a la actividad diaconal junto a los más pobres de la región de Moma.

Al final del año pasado, la misionera católica brasileña María Elilda Dos-Santos, de la congregación Siervas de María, había denunciado en Nampula el tráfico internacional de órganos humanos en dicha provincia. María Elilda presentó un dossier a la Liga de los Derechos Humanos del país, en el que da cuenta de la existencia de grupos de personas que matan niños pobres para comercializar sus órganos.

El primer caso investigado por la hermana María Elilda fue el de una niña de 12 años, desaparecida en octubre de 2002. El cuerpo fue encontrado sin corazón, pulmones y riñones. La policía fue notificada, acordonó el local del crimen, pero no realizó pericia alguna y el cuerpo fue enterrado y el caso archivado.

María Elilda y cinco menores amenazadas de muerte tuvieron que refugiarse en el monasterio de Nampula. Después de asegurarse de que los menores estaban fuera de peligro, la misionera retornó al Brasil a inicio de este año. No se ha descartado la hipótesis de que esos grupos de asesinos de niños tengan algo que ver con el crimen de la diaconisa luterana.

El pastor presidente de la IECLB, Walter Altmann, viaja mañana a Nampula, con el propósito de agilizar la entrega de los restos de la diaconisa y tramitar su traslado al Brasil. Altmann recibió la noticia del asesinato de Doraci mientras se hallaba en Ginebra participando, del 21 al 23, en la reunión del Consejo Ejecutivo de la Federación Luterana Mundial (FLM).

Desde la llegada de la hermana Doraci a Nampula, la pequeña Iglesia Luterana de Mozambique duplicó su membresía, alcanzando más de tres mil personas. Sólo en la provincia vecina de Cabo Delgado, donde ella ayudó a la fundación de varias congregaciones, fueron bautizadas más de 800 personas en un fin de semana.

Bajo el liderazgo de la hermana Doraci, fueron construidas escuelas y puestos de salud en aldeas rurales del municipio de Moma. Ella ayudó a la construcción de pozos, garantizando la potabilidad del agua para la población de la región Incentivó al autosostenimiento de aldeas rurales, introduciendo cultivos de cajú, y distribuyó semillas de hortalizas.

La hermana Doraci promovió seminarios sobre salud, higiene y alimentación. Ayudó a los colonos en la adquisición de herramientas para la agricultura. Enseñó el evangelio de Jesucristo y consiguió Biblias y materiales para la escuela dominical.

Natural de Santo Antonio da Patrulha, en el estado de Río Grande do Sul, Doraci nació el 23 de mayo de 1950. A los 18 años de edad, se trasladó con sus padres agricultores a Novo Hamburgo, donde la familia reside hasta hoy. Doraci trabajó en un taller de calzados y ocho años después decidió ingresar a la hermandad de la Casa Matriz de Diaconisas, en São Leopoldo.

La familia Edinger - padres y once hijos- recibe el consuelo de la Comunidad Evangélica de Canudos, en Novo Hamburgo. En la Casa Matriz, hermanas diaconisas se reunieron para orar y reflexionar el lunes cuando recibieron la infausta noticia del crimen de Doraci Edinger.

Fuente: ALC. Redacción: ACPress.net

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