La Fiscalía y la Iglesia investigan el tráfico de órganos del que habrían sido víctimas al menos 80 menores

Las monjas españolas que denunciaron este tráfico se encuentran bien y están en contacto con la Embajada
MADRID, 10 (EUROPA PRESS)

Europa Press 10/2/2004 14:17

La Fiscalía de Mozambique ha decidido abrir una investigación, en la que colaborará la Iglesia del país, para arrojar luz sobre el tráfico de órganos del que habrían sido víctimas al menos 80 niños y niñas en la provincia de Nampula, al noreste de Mozambique.

El fenómeno, según explicaron a la Agencia misionera Misna fuentes religiosas, es "relativamente reciente" y, aunque se han detectado casos en otras zonas del país, "está claro desde ahora que el centro de este tráfico está en Nampula".

Por otra parte, las religiosas españolas de la Orden de las Siervas de María que denunciaron estos hechos se pusieron a última hora del día de ayer en contacto con la Embajada de España en Maputo, a cuyos responsables comunicaron que se encuentran bien.

Según informaron a Europa Press fuentes de la Oficina de Información Diplomática, la representación de España en el país africano también está en contacto con las autoridades locales, que serán las encargadas de investigar las denuncias.

El fiscal general de la República, Joaquim Madeira, ya ha reconocido en la propia televisión mozambiqueña la existencia de un tráfico de órganos de menores, que calificó de "muy lucrativo". La Fiscalía ha abierto una investigación basada en las numerosas denuncias presentadas a lo largo de los últimos meses de 2003.

En Nampula, capital de la provincia del mismo nombre, el personal religioso y misionero que trabaja con niños de las calles y huérfanos sostiene que, en el balance de víctimas, figuran menores encontrados muertos y sin órganos, así como los que directamente han desaparecido desde hace meses.

Las investigaciones sobre este tema se llevan a cabo de momento con una discreción absoluta, pero se sabe que Madeira ha nombrado su propio representante especial encargado de coordinar las pesquisas, después de haber enviado en las últimas semanas a Nampula y luego a Maputo al menos a tres equipos de investigación.

Han sido dos religiosas, una española y otra brasileña, que trabajan en un orfanato de Nampula quienes han llamado la atención de la comunidad internacional sobre el caso, al enviar a algunos medios de prensa europeos mensajes e informaciones sobre el tráfico macabro que habría afectado a cuatro niños de los que ellas se encargaban.

FOTOGRAFIAS Y TESTIMONIOS

Las monjas han hecho saber que están en posesión de fotografías de cadáveres de niños sin órganos y que han recogido testimonios de algunas víctimas que han logrado escapar.

Según la Agencia Misna, toda la Iglesia católica mozambiqueña, desde los misioneros hasta los obispos, que han hablado recientemente de este asunto con el presidente Joaquim Chissano, está implicada para arrojar luz sobre este tráfico, hasta el punto de que las religiosas colaborarán con las autoridades judiciales en la investigación.

Desde la época de la guerra civil, la zona de Nampula está considerada una especie de 'zona franca', al gozar de un estatuto informal que hizo de esta parte del país durante el conflicto, donde confluían zonas de influencia de los distintoMA0203

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órganos del que habrían sido víctimas al menos 80 menores

Las monjas españolas que denunciaron este tráfico se encuentran bien y están en contacto con la Embajada

MADRID, 10 (EUROPA PRESS)

La Fiscalía de Mozambique ha decidido abrir una investigación, en la que colaborará la Iglesia del país, para arrojar luz sobre el tráfico de órganos del que habrían sido víctimas al menos 80 niños y niñas en la provincia de Nampula, al noreste de Mozambique.

El fenómeno, según explicaron a la Agencia misionera Misna fuentes religiosas, es "relativamente reciente" y, aunque se han detectado casos en otras zonas del país, "está claro desde ahora que el centro de este tráfico está en Nampula".

Por otra parte, las religiosas españolas de la Orden de las Siervas de María que denunciaron estos hechos se pusieron a última hora del día de ayer en contacto con la Embajada de España en Maputo, a cuyos responsables comunicaron que se encuentran bien.

Según informaron a Europa Press fuentes de la Oficina de Información Diplomática, la representación de España en el país africano también está en contacto con las autoridades locales, que serán las encargadas de investigar las denuncias.

El fiscal general de la República, Joaquim Madeira, ya ha reconocido en la propia televisión mozambiqueña la existencia de un tráfico de órganos de menores, que calificó de "muy lucrativo". La Fiscalía ha abierto una investigación basada en las numerosas denuncias presentadas a lo largo de los últimos meses de 2003.

En Nampula, capital de la provincia del mismo nombre, el personal religioso y misionero que trabaja con niños de las calles y huérfanos sostiene que, en el balance de víctimas, figuran menores encontrados muertos y sin órganos, así como los que directamente han desaparecido desde hace meses.

Las investigaciones sobre este tema se llevan a cabo de momento con una discreción absoluta, pero se sabe que Madeira ha nombrado su propio representante especial encargado de coordinar las pesquisas, después de haber enviado en las últimas semanas a Nampula y luego a Maputo al menos a tres equipos de investigación.

Han sido dos religiosas, una española y otra brasileña, que trabajan en un orfanato de Nampula quienes han llamado la atención de la comunidad internacional sobre el caso, al enviar a algunos medios de prensa europeos mensajes e informaciones sobre el tráfico macabro que habría afectado a cuatro niños de los que ellas se encargaban.

FOTOGRAFIAS Y TESTIMONIOS

Las monjas han hecho saber que están en posesión de fotografías de cadáveres de niños sin órganos y que han recogido testimonios de algunas víctimas que han logrado escapar.

Según la Agencia Misna, toda la Iglesia católica mozambiqueña, desde los misioneros hasta los obispos, que han hablado recientemente de este asunto con el presidente Joaquim Chissano, está implicada para arrojar luz sobre este tráfico, hasta el punto de que las religiosas colaborarán con las autoridades judiciales en la investigación.

Desde la época de la guerra civil, la zona de Nampula está considerada una especie de 'zona franca', al gozar de un estatuto informal que hizo de esta parte del país durante el conflicto, donde confluían zonas de influencia de los distintos movimientos implicados en la guerra el lugar ideal para todo tipo de tráficos ilícitos.


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