23 marzo, 2005

Fogarín: El mercado de la muerte

Leí con asombro la noticia de que una estudiante de medicina encontró el cadáver de su madre en la morgue de prácticas, próximo a ser despedazado por los ávidos aprendices, a pesar de que el cuerpo de su progenitora había sido supuestamente cremado por voluntad de sus dolientes.

De ser cierta la información difundida a través de los medios, estaríamos en presencia de un aberrante mercado de despojos humanos, situación que exige la adopción inmediata de procedimientos de control por parte de las autoridades competentes. Sin lugar a dudas, la cremación de cadáveres debe ser reglamentada de tal forma que se permita, entre otras medidas, que los familiares del difunto puedan delegar en una persona de su confianza la constatación del procedimiento de cremación. Dicho procedimiento es realizado en la actualidad sin la veeduría de los dolientes, quienes entregan el cadáver en las salas de cremación y al día siguiente reciben un receptáculo que supuestamente contiene las cenizas del cuerpo cremado.

El mercado ilícito de cadáveres y de órganos humanos no es nuevo. De esto dan cuenta numerosas investigaciones penales que se han efectuado en todo el territorio nacional, que informan de la operación de bandas organizadas encargadas del ilegal tráfico, que han llegado, incluso, a la comisión de homicidios de indigentes para utilizar sus cuerpos como simples mercancías dentro de tan oprobioso mercado clandestino.
Aún está viva en la memoria la aterradora historia de indigentes muertos a garrote por vigilantes de la universidad de una ciudad, quienes habían montado el fatídico negocio para venderles a los estudiantes de medicina, brazos amputados, hígados frescos, cráneos, corazones, fémures, etc., que provenían de los cuerpos de esos infortunados indigentes asesinados. Ojalá que la situación denunciada en Cali sea objeto de una rápida investigación que conduzca al castigo de los profanadores y desarticule, si es que existe, a la organización criminal que esté operando para lucrarse con este repulsivo negocio.

Fogarín: El mercado de la muerte en
Martes, 22 Marzo, 2005 - 08:00
Carlos Alberto Martínez

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