27 marzo, 2005

Brasil analiza el ADN de los niños de la calle y sus familias


El banco de datos genéticos sirve para localizar a chavales desaparecidos

Cada año, unos 30.000 menores huyen de su hogar tras padecer abusos

En Brasil, cada año desaparecen 30.000 niños y adolescentes. Sólo en Sao Paulo --que es, con 40 millones de habitantes, el Estado más poblado del país-- se registran 8.000 casos anualmente. Las cifras han provocado la alarma en la Universidad de Medicina de Sao Paulo, que ha diseñado un plan innovador basado en un gran banco de datos de ADN para ayudar a encontrar a niños de la calle. Caminho de volta (camino de regreso) es un proyecto científico que surge de los departamentos de medicina legal, ética médica y medicina social y del trabajo de la Universidad de Sao Paulo. El objetivo es "ayudar a la policía a solucionar los casos de niños desaparecidos y conocer las causas del fenómeno para aplicar políticas preventivas", según indica su coordinadora, la doctora Gilka Gattás.

El plan, que comenzó en septiembre de 2004 tras el acuerdo alcanzado con la secretaría de Seguridad Pública, está coordinado con los cuerpos de seguridad estatales. "Cuando desaparece un niño, la familia lo denuncia en la policía y ésta ofrece los servicios de nuestro programa. Luego, la familia escoge si quiere entrar en el proyecto o no", explica Gattás.

Los servicios de Caminho de volta son gratuitos y constan de tres ejes fundamentales: la base de datos de ADN, la atención psicológica a las familias de los desaparecidos y las medidas de prevención.

REENCUENTROS La doctora destaca la utilidad de la base de datos genéticos. "Muchos niños son muy pequeños cuando desaparecen y, si se les encuentra años más tarde, sus padres ya no les reconocen porque su fisonomía ha cambiado", afirma.

La base de datos de ADN cruza las marcas genéticas de padres e hijos desaparecidos que, si coinciden, "hace posible el reencuentro de ambas partes", concluye Gattás tras asegurar que la fiabilidad del método es de un 100%.

Según Gattás, la mayoría de los 30.000 menores que desaparecen en Brasil han huido de su hogar tras padecer abusos sexuales y malos tratos. Aunque existen otras causas, como el abandono, las redes de prostitución, de tráfico de órganos y el asesinato. La investigadora brasileña señala que en las familias con menos recursos hay un mayor número de desaparecidos y considera que las medidas preventivas son esenciales para reducir estos casos. A su juicio, es importante saber "por qué en algunas familias ocurre y en otras no a pesar de estar en una misma situación económica y social".

ANTONIO TORRES 27/03/2005

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