25 marzo, 2005

Devastador informe sobre abusos sexuales de cascos azules en sus misiones

ALFONSO ARMADA. CORRESPONSAL/

NUEVA YORK. Cascos azules de la ONU enviados a Congo para salvar a la población de los abusos de las milicias y del Ejército congoleño se convirtieron en ángeles de la desolación. El devastador informe elaborado por el embajador jordano ante la organización, el Príncipe Zeid al-Husein, recomienda revisar de arriba a abajo el deteriorado sistema militar de la ONU que ha dado pie a que en algunas de las 17 operaciones de paz en activo, en la que participan 64.000 personas, se cometan abusos inadmisibles.

El informe propone que los cascos azules sean castigados con congelación de sus sueldos cuando participen en abusos sexuales, contribuyan a un fondo para ayudar a las mujeres y niñas que dejaron embarazadas y puedan ser juzgados por tribunales de los países donde sirvieron. En la República Democrática de Congo, escenario de la guerra más olvidada y sangrienta de las últimas décadas, el informe acusa a soldados de paz y personal civil de violación, pederastia y de seducir a niños hambrientos con dinero y comida a cambio de sexo. El informe no podía haber llegado en un peor momento para el secretario general de la ONU, Kofi Annan, empeñado en «vender» su programa de reforma exhaustiva de la organización y de su campaña contra la pobreza.

El nuevo jefe de Gabinete del secretario general, Mark Malloch Brown, tuvo que salir a la palestra esta semana para defender el buen nombre de Annan. El diario Financial Times había publicado que el hijo del secretario general, Kojo, había recibido 300.000 dólares de la compañía suiza Cotecna, una de las empresas contratadas por el programa petróleo por alimentos, instituido por la ONU para paliar los efectos de las sanciones internacionales sobre la población iraquí.

Limpiar el buen nombre

Malloch Brown dijo que Kojo «había confirmado él mismo» que había mentido a su padre acerca de la relación con Cotecna, ya que no se había interrumpido antes de que la empresa firmara el contrato con la ONU, sino que siguió recibiendo pagos hasta hace dos años. El próximo martes, Paul Volcker, ex presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, llamado por el propio Annan para encabezar una investigación sobre el programa, publicará la parte correspondiente a Kojo Annan, y Mark Malloch se atrevió a prometer que «el martes el secretario general será exonerado de cualquier irregularidad».

El ex dictador iraquí, Sadam Husein, se aprovechó de las grietas del programa para hacerse con cerca de 2.000 millones de dólares en sobornos de las compañías que querían tomar parte en las transacciones de petróleo por alimentos y otros bienes.

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