28 octubre, 2005

Preocupa el comercio de niños en la región del NEA


Funcionarios nacionales señalan que las provincias del norte son de alto riesgo en cuanto trata de menores.



Por Griselda Segovia

Riesgo. Aseguran que es indispensable una buena legislación ir contra el flagelo.


“El tráfico humano es el que más dinero deja después del narcotráfico y tráfico de armas”


Se trata de uno de los negocios que más dinero deja después del narcotráfico y la venta ilegal de armas. Aseguran que la única manera de frenarlo es creando una legislación capaz de sancionar a las mafias que los manejan. El funcionamiento de zonas liberadas en la frontera hace que el Mercosur presente un elevado índice de tráfico de menores. Las provincias del Nordeste Argentino (NEA) y Noroeste (NOA) son en este país las más afectadas. Para luchar contra este flagelo se está realizando en Corrientnes el primer seminario sobre comercio de menores en el marco del convenio de cooperación firmado entre el Gobierno provincial, Cancillería y UNICEF.

“El tráfico humano es el que más dinero deja en el mundo después del narcotráfico y el tráfico de armas”, aseguró a la prensa de Corrientes, Ana Sequeiro del área de Derechos Humanos del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la Nación. La funcionaria remarcó que este negocio mueve más de 10 millones de dólares por año y es llevado adelante por mafias que cuentan con tecnología de avanzada, poseen gran capacidad de traslado, y sobre todas las cosas cuentan con gran libertad de acción, pues existen vacíos normativos que hacen que sea muy difícil punirlos.

Durante el acto de lanzamiento de la jornada, realizado en la mañana de ayer en el Hogar Escuela, el vicegobernador Eduardo Galantini aseguró que la única manera de combatir este flagelo es con una buena legislación, “para lograr eso es que se implementa este tipo de encuentros”, remarcó. El funcionario provincial coincidió con Sequeiro en que la Argentina es un país muy vulnerable a este tipo de negocios y explicó que esto se debe principalmente a la fragilidad de las fronteras.

Por otra parte, Sequeiro comentó que el tráfico de menores converge con todos los delitos que tienen que ver con la explotación infantil mal llamada prostitución infantil. “Un niño no se prostituye sino que es explotado”, aclaró.
De esta manera, la funcionaria indicó que durante la jornada se hará hincapié también en la erradicación del trabajo de chicos, el turismo sexual que en la zona de Misiones y Corrientes cobró gran importancia, la pornografía infantil y el tráfico de órganos. Según la Organización Internacional del Trabajo 2 millones de niños de entre cinco y diecisiete años son explotados sexualmente, aunque los expertos sospechan que esta estadística sólo representa la punta del iceberg. Una situación similar viven los menores, víctimas de la esclavitud, el tráfico, la servidumbre por deudas contraídas por adultos.

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