29 octubre, 2005

Benedicto XVI condena el tráfico de seres humanos


EL VATICANO, 28 (ANSA)
. El Papa Benedicto XVI condena el "tráfico de seres humanos", que afecta en particular a las mujeres, en un mensaje preparado en ocasión de la Jornada Mundial del Refugiado y del Emigrante, que se celebrará el 15 de enero de 2006. En el mensaje, dado a conocer hoy, el Pontífice dirige su pensamiento también a quien busca asilo o es refugiado, pidiendo que no se mire solo al "problema constituido por su ingreso", sino que se interrogue también "por las razones de la huida de sus países de origen".

"La inmigración ha asumido una configuración, por así decir, estructural, convirtiéndose en una característica importante del mercado de trabajo a nivel mundial, como consecuencia, entre otras cosas, del impulso poderoso ejercido por la globalización", explicó el Papa en el mensaje.

Respecto a los que emigran por motivos económicos, Benedicto XVI subrayó la novedad de la "feminización del fenómeno, es decir la creciente presencia en este de la componente femenina".

"En efecto, en el pasado, eran sobre todo los hombres los que emigraban, aunque las mujeres tampoco faltaban, pero si se movían entonces lo hacían sobre todo para acompañar a sus respectivos maridos o padres", indicó.

"Hoy en día, aunque todavía hay situaciones de este tipo, la emigración femenina tiende a hacerse cada vez más autónoma: la mujer atraviesa sola las fronteras de la patria en busca de una ocupación en el país de destino", agregó.

El Papa destacó el desarrollo del "tráfico de seres humanos, y sobre todo de mujeres, que prospera donde las oportunidades de mejorar las condiciones de vida, o simplemente de sobrevivir, son escasas".

A este respecto, el Pontífice denunció que "en algunos casos, hay mujeres y muchachas que están destinadas a ser explotadas en el trabajo, casi como esclavas, y a menudo también en la industria del sexo".

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