Encendidos elogios en el XII Congreso de la Sociedad Europea en Ginebra Destacan que las claves del éxito son la planificación, la estructura y el trabajo
 ÓRGANOS. Operación de un trasplante de hígado en un hospital. / EFE |
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Europa mira con «envidia» al modelo español de trasplantes, que acaba de merecer encendidos elogios en el XII Congreso de la Sociedad Europea de Trasplante de Órganos celebrado esta semana en Ginebra. El propio presidente de esta cita científica SETO 2005, el suizo Philippe Morel, se apoyó en el ejemplo hispano («38 donantes por millón de habitantes») para arremeter contra las autoridades sanitarias de su país, a quienes reprochó su falta de compromiso con la donación de órganos, que en Suiza no pasa de 12 por millón y la sitúa en la cola del continente. «El modelo español se está exportando a la UE, y pronto se exportará a EE UU», remachó el nefrólogo catalán José María Campistol. El experto recordó que España mejora en dos años (15 frente a 13) la media internacional de supervivencia en injerto de riñón, y lo atribuyó tanto al estilo de vida, sobre todo la dieta más saludable, como al «sistema público de salud y la implicación de los profesionales para un mejor control del paciente».
El portugués José Fernando Teixeira coincidió con este diagnóstico al señalar que «España es un ejemplo a mirar». El cirujano recordó que «ya se decía que los españoles estaban tocando techo cuando tenían 32 donaciones por millón, y ahora estarán acercándose a las 40». Tras destacar como elemento fundamental que «se controlan las listas de espera», resumió las claves del rotundo éxito hispano en «la planificación, la estructura y el trabajo».
Tráfico de órganos
A juicio del experto lusitano, el modelo español reúne los requisitos esenciales de un sistema de trasplantes eficaz: acceso igualitario, reglamentación de la muerte cerebral, mecanismos ágiles de consentimiento familiar, estructura sanitaria con suficientes recursos humanos y técnicos. «Y confianza del donante en el injerto de vivo», añadió, «porque sabe que va a una persona dentro del Sistema Nacional de Salud».
Teixeira preside la Organización Europea de Coordinadores de Trasplantes (OECT), una fundación que promueve la calidad y transparencia del proceso de donación e injerto y que tiene entre sus objetivos prioritarios la prevención del tráfico de órganos, un problema «relativamente menor» pero que sigue existiendo en algunos países pobres.
Nada mejor, argumentó el especialista, que un modelo como el hispano para evitar ese peligro. «España -remarcó-no sólo sabe adónde van todos los órganos que se extraen en el país, sino también los que entran por cauces legales» en el marco de programas de colaboración internacional para casos especiales.
El control de calidad español de todo el proceso marca el camino a seguir por la OECT, empeñada ahora en iniciativas educativas en Europa Oriental y en el mundo en desarrollo para promover la donación. El propio Teixeira se felicitó del rotundo éxito de un reciente curso en Eslovaquia con 60 profesionales de unidades de cuidados intensivos: en los cuatro meses siguientes, las donaciones registraron un espectacular aumento del 84 por ciento. En ese ámbito, el sistema español está perfectamente engrasado, y tanto Teixeira como Morel se lamentaron de que sus países no sean capaces de hacer lo mismo. «Portugal tiene 22 donantes por millón, y podría estar como España», dijo el primero. «Suiza no cumple la reciente resolución de la OMS para incrementar las cesiones de órganos», protestó el segundo.
Órganos 'añosos'
El modelo hispano marcha por delante en ese y en otros capítulos, como el eficaz aprovechamiento de los llamados donantes «marginales» o «límite» por su elevada edad. Campistol recuerda que en poco tiempo la mitad de quienes ceden un riñón tendrá más de 60 años (ya son un tercio), y prefiere denominarlos «de criterio expandido».
El portugués José Fernando Teixeira coincidió con este diagnóstico al señalar que «España es un ejemplo a mirar». El cirujano recordó que «ya se decía que los españoles estaban tocando techo cuando tenían 32 donaciones por millón, y ahora estarán acercándose a las 40». Tras destacar como elemento fundamental que «se controlan las listas de espera», resumió las claves del rotundo éxito hispano en «la planificación, la estructura y el trabajo».
Tráfico de órganos
A juicio del experto lusitano, el modelo español reúne los requisitos esenciales de un sistema de trasplantes eficaz: acceso igualitario, reglamentación de la muerte cerebral, mecanismos ágiles de consentimiento familiar, estructura sanitaria con suficientes recursos humanos y técnicos. «Y confianza del donante en el injerto de vivo», añadió, «porque sabe que va a una persona dentro del Sistema Nacional de Salud».
Teixeira preside la Organización Europea de Coordinadores de Trasplantes (OECT), una fundación que promueve la calidad y transparencia del proceso de donación e injerto y que tiene entre sus objetivos prioritarios la prevención del tráfico de órganos, un problema «relativamente menor» pero que sigue existiendo en algunos países pobres.
Nada mejor, argumentó el especialista, que un modelo como el hispano para evitar ese peligro. «España -remarcó-no sólo sabe adónde van todos los órganos que se extraen en el país, sino también los que entran por cauces legales» en el marco de programas de colaboración internacional para casos especiales.
El control de calidad español de todo el proceso marca el camino a seguir por la OECT, empeñada ahora en iniciativas educativas en Europa Oriental y en el mundo en desarrollo para promover la donación. El propio Teixeira se felicitó del rotundo éxito de un reciente curso en Eslovaquia con 60 profesionales de unidades de cuidados intensivos: en los cuatro meses siguientes, las donaciones registraron un espectacular aumento del 84 por ciento. En ese ámbito, el sistema español está perfectamente engrasado, y tanto Teixeira como Morel se lamentaron de que sus países no sean capaces de hacer lo mismo. «Portugal tiene 22 donantes por millón, y podría estar como España», dijo el primero. «Suiza no cumple la reciente resolución de la OMS para incrementar las cesiones de órganos», protestó el segundo.
Órganos 'añosos'
El modelo hispano marcha por delante en ese y en otros capítulos, como el eficaz aprovechamiento de los llamados donantes «marginales» o «límite» por su elevada edad. Campistol recuerda que en poco tiempo la mitad de quienes ceden un riñón tendrá más de 60 años (ya son un tercio), y prefiere denominarlos «de criterio expandido».
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