10 noviembre, 2004

Denuncia abusos sexuales y tráfico de órganos

El Vaticano denunció ayer, con motivo de la fiesta hindú del "Diwali", "los males" que afligen a los niños en gran parte del mundo, como son los abusos sexuales, la prostitución, el tráfico de órganos y el consumo de drogas.

En su mensaje a los hinduistas, el presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, el arzobispo Michael Fitzgerald, pidió trabajar juntos para atajar "este trágico problema".

Simboliza el comienzo del año nuevo y la victoria de la verdad sobre la mentira, de la luz sobre las tinieblas, del bien sobre el mal. La celebración dura tres días y marca también la reconciliación familiar, sobre todo entre hermanos y hermanas, y la adoración de Dios.

Inocentes

En su mensaje, Fitzgerald resaltó que, aunque los niños son el centro de todas las fiestas, por desgracia también son víctimas de numerosos males.

Entre éstos citó la esclavitud laboral, los secuestros para incorporarles a grupos militares, o como víctimas del tráfico de órganos y personas, de abusos sexuales, y de prostitución.

Otros de los males que sufren millones de niños en el mundo son el sida y el comercio y el consumo de drogas.

Fitzgerald subrayó que, además, muchos niños son víctimas inocentes de las guerras y de la violencia, de la escasez de comida y de agua, de la emigración forzada y "de muchas otras injusticias presentes en este mundo".EFE

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