29 junio, 2005

¿Tráfico con órganos de tarahumaras?




Luis Ochoa Minjares
Periodista
Todavía no se nos desenchina el cuero por la dramática nota sobre el comercio con cadáveres y órganos humanos publicada por El Diario el lunes 29 de marzo del año pasado, cuando el experimentado Reportero Juvencio Estrada López nos estremece con su sobrecogedor y documentado reportaje relativo al posible tráfico de órganos humanos de cadáveres de jóvenes tarahumaras, publicado ayer por los Diarios de Juárez y Chihuahua.

Según el trabajo de Estrada López, la coordinadora estatal de la Tarahumara y el ministerio público estatal investigan el presunto tráfico de órganos de jóvenes indígenas en hospitales de la Ciudad de Chihuahua y se ocupan del caso más reciente de Alfredo Patiño Murillo, tarahumara de 32 años quien falleció el pasado miércoles en el Hospital General de Chihuahua, y cuyo cadáver desapareció durante dos días y reapareció en una clínica particular sin algunos de sus órganos.

De este modo, recobra actualidad la nota titulada “Los Cadáveres son un jugoso negocio”, difundida en la sección de ciencia y tecnología de El Diario el jueves 22 de marzo del 2004, en la que se llega a la conclusión de que dada la demanda creciente de órganos humanos, un cadáver puede llegar a producir hasta 150 mil dólares, dado que no menos de doce de sus órganos ya son susceptibles de trasplante.

Y para preocuparnos más todavía, en aquella fecha nos llegó por internet una denuncia no oficial sobre el descubrimiento de dos tráiles refrigeradores con decenas de cadáveres de niños sin ninguno de sus órganos interiores, hallados por mera casualidad y sin que las autoridades correspondientes confiramaran o negaran la tétrica noticia.

La fantasiosa denuncia dijo que un camión congelador de una fábrica de helados chocó con un automovil conducido por una dama. El chofer del trailer le ofrecía pagar inmediatamente todos los gastos, pero la señora insistió en hacer valer su seguro y llamó a las autoridades.

El chofer opta por entrar al vehículo y suicidarse de un tiro. Al revisar el interior del camión, se dijo, fueron encontrados cerca de diez cadáveres de niños sin ninguno de sus órganos. Inexplicablemente las autoridades no dieron parte a los medios de información, suponiéndose que para no hacer escándalo.

Un caso similar, se dice, ocurrió en San Pedro de las Colonias, Coahuila. Se trató de otro trailer equipado con refrigeración detenido para la revisión de rutina y se descubrieron también numerosos cadáveres de niños desprovistos de sus órganos internos. Tales hechos coinciden con los reportes de varias escuelas quejándose de que misteriosos individuos en carros sin placas toman fotografías a ciertos niños y niñas, sin explicarse con qué fin.

En marzo del año pasado, la Universidad de California en Los Ángeles, según la nota de referencia, descubrió un sucio tráfico con los cadáveres que llegan a esa institución. El director Henry Raide y otra persona fueron arrestados acusados de la venta de más de cuatrocientos cadáveres en los últimos cinco años. En Chihuahua, no obstante el número de niños y muchachas desaparecidas durante los últimos quince años, se ha visto con desprecio y a veces con burla la posibilidad de insistir en el tráfico de cadáveres y de órganos humanos como línea de investigación en la indagación y esclarecimiento de los numerosos homicidios.

El trasplante de órganos humanos constituye un avance respetable de la ciencia médica. Ello demanda una regulación legal de la donación de órganos y un castigo severo para quienes trafiquen con ellos recurriendo al crimen y al asesinato vil de niños y jóvenes para obtener esos órganos. Ojalá y la investigación en torno al posible despojo de los órganos del hermano tarahumara llegue hasta sus últimas consecuencias y sirva de punto de partida para otras investigaciones.

Las escuelas de medicina, los investigadores y la ciencia médica necesitan disponer cada día de mayor numero de cadáveres. Pero que su obtención no sea por la vía del clandestinaje y aún del crímen sacrificando seres humanos inocentes, sino por la donación espontánea vigilada y controlada mediante la educación y el manejo honesto de la ciencia médica.


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Actualizado: 12:28:10 AM hora de Cd. Juárez

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