19 junio, 2005

Niños africanos han sido víctimas de sacrificios rituales en Londres


EL PAIS - 17/06/05 - Un informe encargado por Scotland Yard divulgado ayer por el programa Today, el informativo estrella de BBC Radio Four, da cuerpo a la tesis de que Londres es escenario de numerosos sacrificios rituales en el seno de su comunidad africana. El informe, que será publicado oficialmente el mes que viene, apunta a que niños de entre cuatro y siete años son introducidos ilegalmente en el Reino Unido para ser inmolados o hacer de esclavos domésticos y sexuales. Los testigos no acusan a nadie por temor a represalias.
El informe, que da cuenta de "incontables testimonios" de esos sacrificios, fue elaborado durante 10 meses por un equipo de abogados expertos en derechos humanos y trabajadores sociales de diverso origen étnico. El documento fue encargado en 2003 por la Policía Metropolitana como consecuencia de dos casos distintos pero de alguna manera con puntos comunes.

El primero fue la muerte, en febrero de 2000, de Victoria Climbié, una niña de ocho años que había llegado unos meses antes de Costa de Marfil. Sus padres la enviaron al cuidado de una tía segunda para que llevara una vida mejor en Londres, pero los médicos encontraron 128 heridas en su cuerpo, desde golpes a marcas de cigarrillos apagados en su piel. Durante el juicio quedó en evidencia que sus cuidadores creían que Victoria estaba embrujada.

En septiembre de 2001, fue hallado en las aguas del Támesis el torso desnudo de un niño. El ADN del pequeño, al que los investigadores llamaron Adán y le atribuyeron cinco años, llevó las pesquisas policiales hasta un pueblo de Nigeria. La policía concluyó que Adán había sido víctima de un sacrificio ritual.

En mayo pasado, al presentar sus conclusiones, la policía reveló que, en los tres meses previos a la muerte de Adán, habían desaparecido de las escuelas de Londres 300 niños negros de entre cuatro y siete años, de los que 299 eran africanos y uno caribeño.

Muchos quizá estén de vuelta en África, como aseguran sus familiares, otros probablemente hayan cambiado de domicilio y muchos más pueden estar "perdidos en el sistema", en palabras policiales, pero quizá algunos de ellos han sido también víctimas de un sacrificio ritual.

El informe desvelado por la BBC ha sido elaborado tras decenas de entrevistas a familias africanas y asiáticas en los barrios londinenses de Newham y Hackney. El objetivo del informe era entablar un diálogo con las comunidades africana y asiática. Allí donde la policía topa a menudo con un muro de silencio, los autores han hecho acopio de un rosario de testimonios que apuntan a un "lucrativo negocio" de brujos y santones, que explotan la buena fe y la superstición de gentes humildes.

Extractos del informe dan cuenta de que "gente desesperada busca a los expertos en brujería para que hagan hechizos para ellos". "Y creen que para que el hechizo tenga efecto tiene que darse el sacrificio de un niño varón que no haya sido manchado con la circuncisión". "Dicen que esos niños son traídos al Reino Unido con ese fin. No han dado detalles específicos porque creen que si lo hacen serían carne muerta, que serían eliminados", dice el texto.

El informe asegura que muchos niños son traídos también para hacer de esclavos domésticos o para hombres que tienen el virus del sida y que creen que pueden curarse teniendo sexo con niños.

Los autores del informe puntualizan que se trata de alegaciones que en ningún caso han sido sustanciadas con pruebas. Según las denuncias que han recogido, algunos pastores identifican a los niños como brujos o brujas poseídos por el demonio, y que por eso son luego sometidos a malos tratos por sus padres, sus parientes o sus tutores.

"Algunos pastores mantienen que Dios habla a través de ellos y les hace saber cuándo alguien está poseído. Después de mucho discutir se dan cuenta de que los niños marcados como poseídos están en peligro de ser víctimas de la violencia de sus familias, pero no aceptan que ellos tienen una gran responsabilidad en la incitación de esa violencia". La semana pasada fueron condenadas tres mujeres por someter a violencias y torturas a una niña angoleña de ocho años que a sus ojos era una bruja poseída.

Uno de los grandes problemas para los investigadores es el "muro de silencio" que rodea estos casos, apuntalado no sólo por el miedo, sino por el temor a traicionar a la familia, a la comunidad o a las creencias religiosas. La policía teme que haber dado, sólo, con la punta del iceberg.

¿Tintes racistas?

Los expertos tienen opiniones divididas ante el informe divulgado ayer. Algunos, como William Les Henry, profesor de sociología en el Goldsmiths College de la Universidad de Londres, advierten tintes racistas en la investigación. "Cuando pensamos en casos así podemos ver la misma línea de comportamiento en culturas europeas, pero son interpretadas de forma distinta", y advirtió contra el peligro de concluir que "los africanos son menos civilizados, menos racionales".

Pero Richard Hoskins, del King's College, subrayó que el informe "es muy detallado, de gran calidad, hecho a partir de gente de la propia comunidad y huye de toda línea racista"

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