29 abril, 2005

Roban en hospital de NY corazón, esófago y pulmones

Roban en hospital de NY corazón, esófago y pulmones a un mixteco con muerte cerebral; engañan a su madre para conseguir donación

Melesio, un peón mixteco de 19 años de Colasta Construction en Brooklyn, ahorraba para comprar una casa en la Montaña de Guerrero y hace 10 días se cayó de una torre en construcción. Murió en el hospital Bellevue y los médicos le extirparon de manera furtiva el corazón, los pulmones y el esófago para usarlos en trasplantes.
También estaban por extirparle los ojos, pero su hermano mayor, Margarito, ingresó por la fuerza al quirófano para impedirlo.
Melesio no había dejado ningún documento en el que aceptara donar sus órganos, por lo que ayer su madre puso una demanda en la embajada de Estados Unidos en la ciudad de México contra el hospital Bellevue y Organ Donor Network, la cual habría planeado la extracción de los órganos.
Neida Cano, la madre de Melesio viajó desde la Montaña de Guerrero para encontrarse ayer en la embajada con un detective estadunidense que vino desde Nueva York para ayudarla: José Luis Abreu, un ex policía secreto de Rudolph Giulianni para combatir prostitución, drogas y apuestas clandestinas.
Abreu, quien puso su despacho privado para investigaciones de cualquier tema, platicó a Crónica en el lobby del Hotel NH de la Zona Rosa, que Melesio se golpeó en la cabeza al caer, por lo que tuvo una operación sin éxito: sufrió muerte cerebral.
“El acta de defunción dice que al comprobar la muerte, los médicos le desconectaron la sonda que le ayudaba a mantener el latido de su corazón y que minutos después le abrieron la barriga para extirparle el corazón, pero además le desprendieron los pulmones y todo el esófago”, señala.
—¿Quién autorizó la donación?
—Uno de los médicos habló por teléfono al pueblo de la familia, en Malinaltepec, región de la Montaña de Guerrero, para solicitarle permiso a la señora Neida.
—¿Donación telefónica?
—Pero no es legal que un familiar dé su consentimiento por teléfono, ya que se debe firmar un documento. Además existe un problema.
—¿Cuál?
—Que la señora solamente habla mixteco y ya investigamos que en esa lengua no existe la palabra donación, aunque el hospital asegura que usó a un joven de nombre Agustín Hernández como intérprete.
“Así que, podremos estar hablando de una doble demanda contra el hospital y la organización de donaciones por desconectarle la sonda que le provocó la muerte y por la extirpación… aquí huele a tráfico de órganos. Ahora debo regresar a Nueva York para acudir a la Corte”, advirtió.
El agente relata que el 18 de abril, dos días después del accidente, en la sala de espera de la policlínica, a uno de los dos hermanos con los que Melesio se fue de mojado a Estados Unidos, Margarito Martínez, de 24 años, un médico le avisó que al paciente le estaban extirpando los órganos para donación.
“El muchacho enloqueció en ese momento y por la fuerza ingresó al área de terapia intensiva impidiendo que a su hermano menor también le extirparan los ojos. Ese era su siguiente objetivo”, dijo Abreu.
FESTEJó SU CUMPLEAÑOS. Apenas el 1 de abril, Melesio cumplió sus 19 años y los festejó en Nueva York con sus dos hermanos —con quienes vivía en un apartamento que rentaban junto con otros seis mexicanos indocumentados—, amigos y familiares que han echado raíces en aquel estado de la Unión Americana.
“Poco antes de su cumpleaños me extrañó su actitud porque normalmente nunca festejaba. Un par de días previos me dijo: ‘sabes una cosa carnal, quiero comprar dos pollos para hacerlos en pozole y unos cartones de cerveza Corona, para una buena fiesta con todos ustedes’”, cuenta Herminio, el otro hermano, quien llegó con el agente a México para apoyar a su familia.
“Y a mitad de la fiesta”, añadió, “comentó que le gustaría comprarle una casa de loza a nuestros padres, aunque él no volviera a México porque le encantaba la vida que llevaba en Estados Unidos: comía bien y se la pasaba en buen ambiente… no cualquiera sale de un pueblo para estar en la ciudad de los rascacielos”.
Además tenía a su novia Verónica, originaria de Veracruz, con quien tenía “buenos” planes.
Hace tres años Melesio cruzó la frontera sin papeles y cuando ya estaba en Estados Unidos, lo primero que quiso visitar fue el vacío que dejaron las Torres Gemelas. “Todavía recuerdo su cara de incredulidad cuando estuvo en ese lugar”, dijo el hermano.
La madre estaba todavía este jueves con la mirada clavada en el piso e ignoraba cualquier pregunta. “Aún sigue en shock. Como comprenderás no es fácil enterarte que tu hijo murió y que también iban a sacarle los ojos”, expresó el investigar José Luis Abreu.
Los Martínez y el inspector privado fueron hospedados en el Hotel NH por la Fundación Tepeyac, organismo de mexicanos en Estados Unidos que se ayuda entre sí.
Anoche a las 22:00 horas en el aeropuerto del DF, esperaban junto con la funeraria Ortiz, el cuerpo de Melesio, quien era trasladado en avión desde Nueva York para ser sepultado en Malinaltepec.

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