20 noviembre, 2005

El tráfico de seres humanos está asociado a otros fenómenos como la venta de niños o de órganos




El documento de la Unidad Técnica de la Policía Judicial reconoce que actividades delictivas de todo tipo tienen lugar al amparo de la inmigración clandestina. La investigación depende de que la mujer denuncie


J. A., Castelló

A pesar de los datos que obran en el informe de la Unidad Técnica de la Guardia Civil, los funcionarios del Cuerpo constatan que durante los años 2003 y 2004 la prostitución de menores es una práctica «muy poco extendida» en su demarcación. Las fuentes policiales consultadas por este diario subrayan que el repunte de la prostitución de menores en el año 2004 en Castelló está también directamente relacionado con el desmantelamiento de una importante banda de proxenetas que introdujo a decenas de mujeres en España para ser vendidas en los clubes de alterne de la provincia.
El informe recoge además que el fenómeno del tráfico de seres humanos (TSH) es complejo y comprende conductas criminales muy diversas que tienen como objetivo común la explotación de personas en sus distintas formas: prostitución, explotación laboral, adopción ilegal, venta de niños, pornografía infantil o tráfico de órganos, principalmente.


El documento sí hace especial hincapié en que no todas las mujeres captadas por las organizaciones lo son para ejercer la prostitución.
Muchas de ellas son engañadas en sus países de origen al recibir ofertas para una gran diversidad de puestos de trabajo -en el servicio doméstico, de camareras, asistentes sociales o azafatas de congresos-. Cuando llegan a tierras españolas toman conciencia de su situación de dependencia de un grupo mafioso.
Algunas de las mujeres que son enroladas a la fuerza en el oscuro mundo del proxenetismo consiguen escapar de sus captores y denuncian ante los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Otras, sin embargo, se resignan y deciden quedarse en el local que las explota, donde pueden ganar cantidades millonarias en unas pocas semanas.

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