23 mayo, 2006

Tráfico de embriones abortados

En septiembre de 2004, dos doctores ucranianos llegaron a Irlanda pidiendo asilo político. Fueron testigos de muy graves abusos a mujeres y a bebés en Ucrania

Algunos, doctores, estaban animando a las mujeres a abortar sus bebés no nacidos. Los bebés eran abortados vivos por razones "médicas" absurdas. Muchas mujeres estaban actualmente siendo pagadas para abortar a su bebé en un estado de gestación concreto. En muchos casos tenía lugar una auténtica y horrible vivisección.

Parece que muchas de las partes de los bebés se vendían para negocios de insustria cosmética y para dudosas "terapias" médicas.

Una cadena de televisión ucraniana (Channel 5) hizo un documental sobre esto. La investigación fue llevada a cabo con pleno conocimiento de la policía. Cuando la investigación reveló la verdadera extensión de estas prácticas, se les animó a no proseguir con ello. Entonces la policía informó a este par de médicos investigadores de que no podrían garantizar su seguridad por mucho más. Esta ha sido una de las principales razones para salir de allí y pedir asilo político.

------------------

En Ucrania se han descubierto actividades en las que se utilizaban restos de embriones humanos. Esto se descubrió cuando Vadym Lazaryev y Vladymyr Ischenko pasaron, de colaborar activamente con la policía ucraniana, a convertirse en prófugos, al descubrirse la participación del propio Gobierno ucraniano y de prominentes médicos en esta oscura trama.

Por ello, tuvieron que huir apresuradamente a Irlanda, dejando atrás a sus familias, aunque este país les niega desde 2004 el asilo político. El pasado 30 de marzo comparecieron ante un tribunal de apelaciones, pero podría pasar un año hasta que se conozca el veredicto. Varias organizaciones irlandesas se han movilizado para ofrecer su apoyo a estas personas y han abierto una página web para divulgar su causa y captar adhesiones:

http://www.savethedoctors.org

Una parte de sus denuncias ha sido corroborada por la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa. Su enviada, Ruth-Gaby Vermot-Mangoíd, visitó Ucrania, entre agosto y septiembre del pasado año y obtuvo pruebas acerca de cuatro casos de aborto de niños en la última etapa de gestación, cuyos cuerpos fueron "extraviados", así como desapariciones de niños prematuros. Su informe final exigía a Ucrania la reapertura inmediata de la investigación judicial, detenida en el momento en el que comenzaron a aparecer involucrados en esta trama ciudadanos muy significativos socialmente.

El tráfico de embriones para productos de belleza es de sobra conocido en Ucrania, donde un reportaje televisivo reveló todo tipo de escabrosos detalles. En abril del pasado año, el diario británico The Observer reveló que, en varios países de la antigua URSS, se ofrece a las mujeres 150 euros por abortar, a lo cual se añade un extra si la embarazada espera hasta los últimos meses de la gestación, cuando la práctica es ya ilegal. Los fetos son vendidos para investigaciones científicas o, más frecuentemente, para tratamientos de belleza, que se realizan generalmente en Rusia.

Los traficantes obtienen por cada feto unos 7.500 euros. Y en las clínicas de belleza de Moscú se paga hasta 15.000 euros por inyecciones con esos restos humanos a los que, sin ningún fundamento, se atribuyen propiedades curativas frente a enfermedades como el Parkinson o el Alzheimer y, sobre todo, para el rejuvenecimiento de la piel.

Según The Observer, una de las clínicas de moda en la capital rusa, que ofrece estas inyecciones, promete a sus clientes quitar 10 años de sus caras. Otras veces la mujer queda totalmente al margen del negocio.

"Cuando un doctor quiere un feto, le dice a la chica que debe abortar por razones médicas, aunque hayan transcurrido ya las 12 semanas del plazo legal", contaba al periódico un policía ucraniano.

La medicina regenerativa es otro suculento negocio. La divulgación de posibles curaciones que ofrecen las células madre embrionarias, hasta ahora no demostradas, lleva a muchos millonarios rusos a acudir a clínicas en las que se ofrecen este tipo de tratamientos a precios desorbitados.

"Hablamos de un comercio enorme y muy peligroso", decía a The Observer el director del Instituto de Cardiología Experimental de Moscú. El ministerio de Sanidad ruso ha reconocido que muchas de las clínicas que ofrecen tratamientos con células madre operan de forma ilegal, pero el Estado de Derecho hace aguas por demasiados lados como para preocuparse de esta moda vampiresca entre los millonarios (Análisis Digital, 31-III-2006).

Rcorte de prensa: http://www.savethedoctors.org/IOS.jpg

http://www.savethedoctors.org/ie.jpg

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me gustan tus ideas... Como consigues obtener tanta informacion relevante
a este tema?. Sigue asi

Here is my website ... ideas de negocios desde casa