15 diciembre, 2004

¿ TRÁFICO DE NIÑOS Y DE ÓRGANOS EN NAMPULA, MOZAMBIQUE?

¿ TRÁFICO DE NIÑOS Y DE ÓRGANOS EN NAMPULA, MOZAMBIQUE?

Mapa de Nampula y alrededores

El jueves, día 9 de diciembre, las CCP fuimos invitadas por el Comité Oscar Romero a asistir a la entrega del Primer Premio Oscar Romero a dos monjas aragonesas (María del Carmen y Palmira Calvo, turolenses), del monasterio Mater Dei de Nampula (Mozambique), de la Comunidad de Siervas de María, otorgado por la denuncia del posible tráfico de órganos y de niños y niñas adolescentes en Nampula. El premio fue recogido por la hermana María Juliana (Maria del Carmen), priora de esa comunidad, que estuvo acompañada por otra de sus hermanas, no sólo biológica sino también de fe, que vive en Japón.

Las dos monjas fueron a Mozambique en 1973, estableciéndose en Nampula, inicialmente en un terreno que les cedió una comunidad de combonianos, y con posterioridad en un monasterio -nacionalizado al obispado- que les cedió el gobierno. Desde entonces, tras diversos aconteceres políticos difíciles como la guerra por la independencia del país y la llegada del comunismo, vienen desarrollando sus tareas de contemplación -comunidad contemplativa, con las puertas abiertas a todos- y acompañamiento a las comunidades cristianas que han ido surgiendo (“iglesia viva, ministerial, las y los laicos asumen todo, menos la misa”), formación de monjas, trabajo en el campo y en los poblados cercanos, atención a pobres, enfermos, refugiados, viudas... y fundamentalmente acogida de niños y niñas huérfanos, más de 60 en el monasterio, además de atención a los meninos da rua que viven en las proximidades de la catedral de Nampula.

En estos momentos son 28 las monjas, tres españolas y el resto mozambiqueñas, además de una laica consagrada brasileña (Elilda dos Santos), que viven en el monasterio Mater Dei. Todas sus instalaciones son modestas, y las van construyendo entre todos: los muros del convento son de cañas del río, el edificio para acogida a los niños y niñas huérfanos es de adobe, la sala de la comunidad la constituye la sombra de los árboles..... Se financian con el cultivo de los campos que tienen en las aproximadamente 70 hectáreas que ocupa la finca así como con las ayudas que les proporcionan los vecinos. El monasterio se encuentra a unos 10 km de Nampula (300.000 habitantes), entre campos, minas de piedras preciosas y montañas, próximo a un aeródromo, y sus únicos vecinos son los poblados nativos, la comunidad comboniana y una finca donde viven una pareja de blancos (danesa e irlandés).

Esta “idílica misión” se ha convertido en una pesadilla desde 1996, pero especialmente desde el 2002. En el país, el último año y medio han sido denunciadas, casi siempre por los padres, más de 50 desapariciones de adolescentes de entre 12 y 15 años; durante el 2002 las monjas echaron de menos a unos 65 meninos de la rua, de los 80 que ellas alimentaban una vez al día y que ahora han desaparecido; los niños que quedan les dicen que “vino un señor, les propuso darles algo…, se fueron con él... “ y ya no han vuelto a verlos.

El 12 de octubre del 2002 un suceso conmovió a la comunidad religiosa y a toda la ciudad. Una niña de 12 años, Salima Iburano, estudiante en una escuela local, iba junto a una prima al centro de Nampula a vender bananas al mercado. Dos jóvenes negros se les acercaron y les ofrecieron comprar la fruta siempre y cuando las acompañasen a buscar el dinero. Salima fue con ellos y su prima no; nunca la volvieron a ver viva, ya que su cuerpo apareció al día siguiente, sin ojos, corazón ni riñones. A pesar de la denuncia, la policía se limitó a enterrar el cuerpo.

En febrero del 2003 aparecieron dos cadáveres en las inmediaciones del aeródromo, sin ojos ni órganos internos. En junio y julio encontraron restos de sangre en dos terrenos distintos, también en el camino que va hacia el monasterio, junto a unos libros escolares y ropa íntima femenina….También se habla de que hay casas donde se esconde a niños y niñas hasta trasladarlos a otros lugares.... El 15 de julio un joven, Dionisio Da Silva quiso vender a un menor, Félix Mario, por unos 3200 euros a los vecinos blancos; al darse cuenta de la noticia, los trabajadores de los “vecinos blancos” lo llevaron al monasterio y, todos juntos, a la policía. ¿Qué hizo la policía?.... Esto abrió los ojos a Elilda y a la hermana Juliana.

Con un coraje asombroso y un trabajo metódico, las Siervas de María fueron recopilando datos y denunciando la situación a los estamentos oficiales del país, a la Organización de Derechos Humanos, a Amnistía Internacional.... y a la jerarquía eclesial. Ellas sospechan que algo tendrán que ver esos vecinos blancos, instalados hace poco tiempo en la zona -unas 300 hectáreas de terreno- con intención de poner una granja de pollos que hoy no existe, porque han visto coches y avionetas volando por la noche en una zona abandonada del aeródromo, contigüa a la supuesta granja. La situación del convento -entre la finca donde son conducidas las víctimas y el aeródromo donde presuntamente se trasladan de noche las cajas con los órganos para sacarlos del país- les habría permitido reunir información sobre estos crímenes.Como era de esperar, las monjas han sido amenazadas y por el momento han escapado a varios intentos de agresión. Doraci Edinger, misionera luterana en Nampula, quien también había denunciado tráfico de órganos relacionados con niños, fue asesinada brutalmente a martillazos el 23 de febrero del 2003 en su propia casa; y Elilda, ha abandonado en mayo el país por no poder soportar el acoso y la persecución a la que ha sido sometida.

Sus denuncias están siendo investigadas por fín por la Procuraduría General de la República, cuyo máximo representante ha reconocido recientemente que existen indicios que parecen demostrar la existencia de tráfico de niños y de órganos en Mozambique (la primera vez que se pronunció al respecto dijo lo contrario). Las monjas acudieron directamente a él, tras comprobar que la policía no les ofrecía confianza suficiente (existe una gran corrupción por todo el país). También la jerarquía católica les apoya en su lucha; el arzobispo de Nampula ha emitido varios comunicados en los que denuncia la situación y pide que se investiguen los hechos.

La propia hermana Juliana contestó durante una hora a las preguntas del Parlamento Italiano respecto al tema. Diputados portugueses también han denunciado los hechos en el Parlamento Europeo, quien, tras las reuniones pertinentes, aprobó la concesión de una ayuda de 10.000 euros a Mozambique para potenciar la investigación policial y judicial. En España se han escrito varios artículos en periódicos (El País, El Mundo… ) y se han emitido algunos reportajes televisivos (TVE, TV5……).

Por supuesto, hay mucha gente que duda de sus palabras, que dice que no es posible utilizar los órganos para trasplante en esa situación tan precaria de medios y que lo único que quieren las monjas es “la tierra de sus vecinos blancos” o darse publicidad. Lo único cierto es que los niños y niñas ya no están vivos, el para qué hayan servido sus cuerpos o sus órganos (prostitución, cosmética, ceremonias satánicas…..) no importa.

La hermana Juliana y el padre Juan

A pesar de todo, los asesinatos y desapariciones aún no han sido resueltos. Por el momento, el único juicio que se ha celebrado es el del joven Dionisio Da Silva, acusado de intento de venta del menor Félix Mario, y condenado a 7 años de cárcel. Quedan pendientes todavía por juzgar varias denuncias, pero .... ¿Qué podemos hacer desde aquí? Lo más urgente, informarnos para conocer la situación con más detalle. Para ello se pueden consultar varias web ((www.hazteoir.org; www.meninosdenampula.org, www.eltestigofiel.com)), donde se pueden descargar diversos documentos y artículos de prensa. Además, se ha puesto en marcha una campaña de recogida de firmas para ir remitiendo periódicamente a las autoridades del país, que podéis obtener en la primera web.

Si hubiéseis estado allí, habríais comprobado que, por encima del dolor, la hermana Juliana irradiaba dulzura, alegría interior y sonrisas. Con qué paz contaba los hechos, con esa paz que sólo viene de su fuerte creencia en Dios, de su forma de ver la contemplación –mirar el mundo con los ojos de Dios, en sus palabras- y cómo manifestaba su firme decisión de volver allí en breve y seguir atendiendo a sus niños y a sus pobres y continuar las denuncias, que son las tareas que ahora Dios le ha puesto en su mano.

No hay comentarios: