12 abril, 2004

En Hazteoír

Mozambique: Red criminal de tráfico de órganos

Defensa de la vida
Iustitia est constans et perpetua voluntas ius suum cuique tribuere

A finales de 2003, la misionera católica brasileña Maria Elilda dos Santos denunció una red de tráfico internacional de órganos humanos, extraídos de niños y jóvenes asesinados, que operaba en la región de Nampula (Mozambique), a raíz de lo cual, tanto ella como sus compañeras empezaron a recibir amenazas de muerte e intentos de agresión.


Exige a las autoridades mozambiqueñas que investiguen a fondo esta red criminal.



Todo empezó el 15 de julio de 2003, cuando un joven llamado Dionisio Da Silva llevó a un niño de nueve años a casa de un matrimonio formado por un sudafricano y una danesa para ser vendido por un importe de 3.200 euros. El matrimonio se encontraba ausente, de viaje en Sudáfrica, y los empleados mozambiqueños, al tener conocimiento de las intenciones de Dionisio, lo condujeron a un puesto de la policía cercano al Monasterio Mater Dei.

Pese a que Dionisio, que mantuvo en su poder al menor Félix Mario durante dos semanas, confesó los hechos, fue puesto en libertad muy poco tiempo después.

La población empezó a detectar otros casos similares. La misionera brasileña Elilda dos Santos comenzó a investigar junto a los familiares de las víctimas. Después de reunir pruebas, las presentó a las autoridades policiales y políticas locales que apenas dieron importancia a los hechos.

Maria Elilda dos Santos presentó un informe a la Liga de Derechos Humanos de Mozambique, en el que se denunciaba a personas sospechosas de matar a niños para vender sus órganos. Al hacerlo público, tanto Maria Elilda dos Santos como sus compañeras religiosas de la congregación Siervas de María –entre ellas un grupo de españolas–, y otras colaboradoras como la misionera luterana Doraci Edinger, comenzaron a recibir reiteradas amenazas de muerte e intentos de agresión.

Maria Elilda dos Santos investigó el caso de una chica de 12 años que había desaparecido en octubre de 2002. Su cuerpo fue encontrado sin corazón, pulmones ni riñones. El caso fue denunciado a la policía, que no realizó ninguna investigación. Las autoridades de Nampula pidieron enterrar el cuerpo y el caso quedó archivado. La hermana Elilda y cinco niños recibieron amenazas de muerte.

El 23 de febrero de 2003, el cadáver de Doraci Edinger, misionera luterana de 53 años, fue encontrado en su casa de Nampula. Había sido asesinada brutalmente a martillazos. La misionera había expresado en varias ocasiones su preocupación por su seguridad, especialmente desde que apoyó a las monjas católicas en sus denuncias.

Las monjas han escapado a cuatro intentos de agresión, incluso con armas de fuego, por haber denunciado a las autoridades locales «secuestros y asesinatos de múltiples personas, muchas veces niños, víctimas de una red de tráfico de órganos».

Organizaciones católicas y luteranas han denunciado reiteradamente la pasividad de las autoridades locales en la investigación de estos crímenes. Se cree que poderosas mafias ejercen fuertes presiones para que estos hechos no salgan a la luz.

Misioneras católicas, brasileñas y españolas, de la congregación Siervas de María, afirman que desde el pasado mes de septiembre, unos cincuenta niños han sido secuestrados en la región y varios hallados muertos con sus órganos extirpados (corazón, hígado, riñones, ojos y pulmones).

El arzobispo católico de Beira, Jaime Goncalves, ha pedido a las autoridades que expliquen la situación en torno al supuesto e ilegal tráfico de órganos humanos y a la desaparición de niños. Diputados portugueses, entre ellos Carlos Lage, han denunciado estos hechos ante el Parlamento Europeo.

No está claro el destino de estos órganos extraídos. Si bien en un principio se pensó que podrían destinarse a transplantes, ahora los indicios apuntan a que se utilizan en prácticas mágicas y rituales tribales.

Aunque estos hechos ocuparon inmediatamente la atención de la prensa internacional, las autoridades locales de Mozambique siguieron negándolo todo.

Pocos días después de que se empezaran a recibir miles de e-mails de nuestros suscriptores, la Policía de Nampula y la Fiscalía General de Mozambique reconocieron la existencia de una red de tráfico de órganos, pese a que lo habían negado durante meses. Asimismo, Amnistía Internacional visitó Nampula para interesarse por estos crímenes y la Comisión de Derechos Humanos de la ONU exigió al Gobierno de Mozambique que esclareciera los hechos.

El 7 de abril, una semana después de recibir los miles de correos procedentes de HazteOir, la Comisión de la ONU para los Derechos Humanos, uno de los destinatarios de nuestra alerta, exigió a Mozambique que explique los hechos: "la opinión pública internacional desea saber qué sucede en Mozambique", declaró.

Con objeto de lanzar una cortina de humo sobre los crímenes denunciados, se desató en Mozambique y en Europa una campaña de prensa que perseguía desacreditar las denuncias de las Siervas de María. La cadena española Telecinco, en el programa de televisión “A tu lado”, se sumó a estos esfuerzos, y el 15 de abril de 2004, dos reporteros, con el rostro oculto y actuando bajo pseudónimo, atribuyeron la red de tráfico de órganos a una “invención fabricada por las monjas” a raíz de un conflicto de tierras.

HazteOir, en colaboración con el Centro Jurídico Tomás Moro, se puso inmediatamente en contacto con las Siervas de María y, en un plazo récord, consiguió toda la documentación necesaria para ejercer ante Telecinco el derecho de rectificación de informaciones inexactas previsto en la Ley Orgánica 2/1984. Pocos días después, Telecinco accedió a emitir la rectificación propuesta por el Centro Jurídico Tomás Moro sin necesidad de acudir a juicio.

Ahora, el tráfico de órganos humanos ha sido reconocido o denunciado por:


  • La Policía Local de Mozambique

  • La Fiscalía General de Mozambique

  • La Presidenta de la Liga de Derechos Humanos de Mozambique

  • Amnistía Internacional, que ha visitado la zona de Nampula

  • La Comisión de Derechos Humanos de la ONU

  • Parlamento Europeo

  • El arzobispo católico de Beira, presidente de la Conferencia Episcopal

  • Comisión Europea, que va a destinar diez millones de euros para apoyar el sistema policial y judicial de Mozambique en la investigación de estos hechos, según anunció el 5 de mayo de 2004

  • Los misioneros Combonianos

Asimismo, las Siervas de María han recogido más de 200.000 firmas en todo el mundo mediante las que exigen una investigación rigurosa. Frente a todas estas prestigiosas instituciones, el programa “A tu lado” de Telecinco sostiene que todo se debe a una invención de las Siervas de María. Dos periodistas de este programa hicieron una visita de seis días a Mozambique que, al parecer, les bastó para enmendar la plana a todas las organizaciones antes citadas.

Todavía siguen produciéndose crímenes de este tipo. El 23 de abril apareció, en las escaleras de la Catedral católica de Nampula, un cadáver. En el lenguaje simbólico local, este hecho se interpreta como una clara amenaza a la Iglesia Católica en Mozambique --cuyos obispos se encontraban reunidos en esos momentos en Maputo--, que ha liderado las denuncias contra los traficantes de órganos.

Sólo la presión internacional puede hacer que las autoridades investiguen esta red criminal de tráfico de órganos.


Exige a las autoridades de Mozambique que investiguen a fondo estos hechos.

Ex.mo Senhor,

Desejo manifestar-lhe a minha preocupação pela possível existência, nas províncias moçambicanas de Manhica e Nampula, duma rede de tráfego de orgãos humanos que seqüestra e assassina crianças e jovens para vender os seus orgãos em outros países.

Assim o tem denunciado a Irmã Elilda dos Santos y as Missionárias Servas de Maria, de nacionalidade espanhola e brasileira. Desde então têm recebido numerosas ameaças de morte e variadas tentativas de agressão.

A missionária luterana Doraci Eldinger foi assassinada em Nampula, muito possívelmente pela sua colaboração com as investigações das Servas de Maria.

Do mesmo modo, Elilda dos Santos foi objeto duma campanha de difamação na imprensa moçambicana com o objetivo de desacreditar seu labor missionário.

Organismos católicos e luteranos têm manifestado seu descontentamento pela indiferença e passividade mostradas pelas autoridades moçambicanas nas investigações do assassínio de Doraci Eldinger e o tráfego de orgãos.

O Deputado portugués, Carlos Lage, tem denunciado ante o Parlamento Europeo o "cruel e brutal comércio de orgãos humanos que se pratica em Nampula".

Portanto, rogamos adotem todas as medidas ao seu alcance para seja concedida a máxima prioridade à investigação destes gravíssimos crimes e da possível existência duma rede internacional de tráfego de orgãos humanos e de crianças.

Com os melhores cumprimentos,

[Nombre y apellidos, ciudad y país]

Quiero manifestarle mi preocupación por la presunta existencia, en las provincias mozambiqueñas de Mañica y Nampula, de una red de tráfico de órganos humanos que secuestra y asesina a niños y jóvenes, para vender sus órganos en otros países.

Así lo han denunciado la hermana Elilda dos Santos y las misioneras de las Siervas de María Inmaculada, de nacionalidad española y brasileña. Desde entonces, han recibido numerosas amenazas de muerte y varios intentos de agresión. La misionera luterana Doraci Eldinger ha sido asesinada en Nampula, muy posiblemente por su colaboración con las investigaciones de las Siervas de María. Asimismo, Elilda dos Santos ha sido objeto de una campaña de difamación en la prensa mozambiqueña con el objeto de desacreditar su labor misionera.

Organizaciones católicas y luteranas han manifestado su descontento por la indiferencia y pasividad mostrada por las autoridades mozambiqueñas en las investigaciones sobre el asesinato de Doraci Edinger y el tráfico de órganos.

El diputado portugués, Carlos Lage, ha denunciado ante el Parlamento Europeo el "comercio cruel y brutal de órganos humanos que es practicado en Nampula".

Por tanto, rogamos que adopten todas las medidas a su alcance para que se conceda máxima prioridad a la investigación sobre estos gravísimos crímenes y sobre la presunta existencia de una red internacional de tráfico de órganos humanos y de niños,
Atentamente

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