Todo empezó el 15 de julio de 2003, cuando un joven llamado Dionisio Da Silva llevó a un niño de nueve años a casa de un matrimonio formado por un sudafricano y una danesa para ser vendido por un importe de 3.200 euros. El matrimonio se encontraba ausente, de viaje en Sudáfrica, y los empleados mozambiqueños, al tener conocimiento de las intenciones de Dionisio, lo condujeron a un puesto de la policía cercano al Monasterio Mater Dei.
Pese a que Dionisio, que mantuvo en su poder al menor Félix Mario durante dos semanas, confesó los hechos, fue puesto en libertad muy poco tiempo después.
La población empezó a detectar otros casos similares. La misionera brasileña Elilda dos Santos comenzó a investigar junto a los familiares de las víctimas. Después de reunir pruebas, las presentó a las autoridades policiales y políticas locales que apenas dieron importancia a los hechos.
Maria Elilda dos Santos presentó un informe a la Liga de Derechos Humanos de Mozambique, en el que se denunciaba a personas sospechosas de matar a niños para vender sus órganos. Al hacerlo público, tanto Maria Elilda dos Santos como sus compañeras religiosas de la congregación Siervas de María –entre ellas un grupo de españolas–, y otras colaboradoras como la misionera luterana Doraci Edinger, comenzaron a recibir reiteradas amenazas de muerte e intentos de agresión.
Maria Elilda dos Santos investigó el caso de una chica de 12 años que había desaparecido en octubre de 2002. Su cuerpo fue encontrado sin corazón, pulmones ni riñones. El caso fue denunciado a la policía, que no realizó ninguna investigación. Las autoridades de Nampula pidieron enterrar el cuerpo y el caso quedó archivado. La hermana Elilda y cinco niños recibieron amenazas de muerte.
El 23 de febrero de 2003, el cadáver de Doraci Edinger, misionera luterana de 53 años, fue encontrado en su casa de Nampula. Había sido asesinada brutalmente a martillazos. La misionera había expresado en varias ocasiones su preocupación por su seguridad, especialmente desde que apoyó a las monjas católicas en sus denuncias.