Es cierta la existencia del tráfico de órganos

Accidente...?

Todos los argentinos somos donantes de órganos, esto abre sin dudas “esperanzas” para los enfermos que necesitan un trasplante, pero también abre la puerta para “la venta y exportación de órganos”.


Tráfico de órganos.

Según un informe de las Naciones Unidas , se ha confirmado la existencia de este tráfico en Argentina, Brasil , Honduras, Méjico y Perú, en su mayoría con destino a compradores alemanes, suizos e italianos. En Argentina hubo casos de retirada de corneas de pacientes a los que se les declaro muerte cerebral después de haber falsificado exploraciones cerebrales. El problema parece ser mas grave en Rusia, debido a los miles de cuerpos no reclamados que van a parar a los depósitos de cadáveres: en 1993 se informo que una compañia de Moscu había extraído 700 órganos importantes, riñones, corazones y pulmones, 1400 hígados, 18.000 timos, 2.000 ojos y mas de 3000 pares de testículos, todos destinados a clientes que pagaban un precio elevado: Importantes hospitales de todo el mundo.


Es conocido por muchos cómo a veces se acelera la “muerte cerebral con drogas” ante la necesidad de un órgano. Por otro lado, segun denuncianes oficiales, en la Colonia de Open Door desaparecieron más de 300 enfermos mentales en menos de Cuatro meses. Por otra parte, en el Hospital Psiquiatrico Moyano también ocurrieron situaciones similares.
Desde algunos dias, el Senado aprobo la ley en la que "Toda persona en forma expresa podrá manifestar su voluntad negativa o afirmativa a la ablación de los órganos o tejidos de su propio cuerpo o restringir de un modo específico su voluntad afirmativa de ablación a determinados órganos y tejidos".
Dicen los legisladores que la votaron que cualquiera puede negarse a ser presunto donante enviando un telegrama gratuito. ¿Podrán enviar telegramas los internados en hospitales que no pueden trasladarse hasta el Correo ni tengan parientes que opinen por ellos, pero sí codiciados órganos para su ablación?

Los diputados y medios que dicen que no existe una sola denuncia de tráfico de órganos en el mundo, mienten porque los argentinos tenemos en nuestro pasado y presente sin justicia el crimen de la doctora Cecilia Giubileo el 16 de junio de 1985 por denunciar una organización de traficantes de órganos en el Hospital Neuropsiquiátrico de Montes de Oca, en Luján.

La médica de 39 años se encontraba investigando el tráfico de órganos extraídos a los pacientes para su posterior venta clandestina, cuando fue eliminada.

La búsqueda de su cuerpo en ese lugar y en la cercana colonia de Open Door reveló túneles secretos donde se encontraron huesos humanos. Una inspección oficial de los archivos de aquellos psiquiátricos reveló asimismo que entre 1976 y 1991 habían muerto 1321 pacientes y que otros 1395 estaban desaparecidos.

Ella fue eliminada, las últimas hojas de su cuaderno fueron arrancadas, se robó su libreta de direcciones y carpetas de su domicilio, y sus familiares fueron golpeados por encapuchados y amenazados de muerte. La causa pasó por varios jueces y prescribió en el año 2000 para alegría de los traficantes de órganos.

Recientemente, en enero de 2004 una misionera brasileña en Mozambique tuvo el valor suficiente para denunciar una banda de traficantes de órganos. Era una red que operaba en Nampula, situada a unos 2000 km de la capital de Mozambique. María Elilda dos Santos que lleva 9 años allí, en la Orden de Las Siervas de María, denunció que centenares de niños y jóvenes de la calle aparecían muertos en parajes desolados sin riñones, corazón, ojos y otros órganos. Un menor consiguió huir de la casa que funcionaba como clínica clandestina y se refugió en el convento de las monjas, que tienen un orfanato; allí relató lo que había visto y lo que le habían dicho que le iban a hacer, así como a otros niños encerrados en la casa. El primer crimen se remontaba a octubre de 2002 y desde su denuncia el monasterio ha recibido reiteradas amenazas y atentados. La investigación de la monja la llevó hasta el jefe de la banda, un sudafricano llamado Gary O’Connor que enviaba por avión las cajas conteniendo los órganos convenientemente refrigerados hacia Sudáfrica, y desde allí a ricos ciudadanos de Israel, país considerado como uno de las principales beneficiarios del tráfico internacional de órganos. Hasta el momento ninguna autoridad inició investigación alguna, lo que corrobora la denuncia de la religiosa en donde afirma que tanto el Gobernador como otras autoridades están metidas en el negocio. El mismo Fiscal General de Mozambique, Joaquim Madeira, ha reconocido ante las cámaras de la televisión mozambiqueña la existencia de esta red de tráfico de órganos, definiéndola como un negocio "muy lucrativo". Como sucede en la Argentina, lo de Mozambique es algo que era vox populi pero nadie se atrevía a denunciarlo. Se desconfía que "el probablemente mayor acto de generosidad de un ser humano (la donación de su cuerpo) vaya a contribuir al mantenimiento de un sistema injusto e inhumano". Las bandas de traficantes de órganos proliferan en los países subdesarrollados con extrema pobreza y mucha injusticia (¿Argentina?),como en la mayor parte de los países de África, Bolivia, Perú, Ecuador, Honduras, Filipinas, Tailandia y Egipto. Se sabe que en la India existe un próspero mercado negro donde concurren pacientes ricos de Alemania y principalmente de Italia y Japón para hacerse trasplantar córneas y riñones extraídos a pobres infelices en sanatorios locales. ¿Será este el futuro que desean nuestros legisladores para la Argentina? Un traficante puede fácilmente vender un riñón en 1000 dólares. La Policía Federal Brasileña capturó en enero de 2004 a once personas que conformaban una red de contrabandistas que vendían órganos en Sudáfrica a un precio de 10.000 dólares. Brasil es uno de los principales escenarios donde se efectúa esta práctica. Se ha verificado que el número de niños brasileños que salen del país en adopciones internacionales no cuadra con el que se registra en el extranjero. Parece ser que hay niños que 'se pierden' y no aparecen. Determinadas mafias de Europa del Este también han encontrado en este negocio un modo de sustento. En octubre de 2003, dos médicos checoslovacos fueron condenados a seis y ocho meses de prisión por robar órganos a cadáveres en hospitales para proceder a su posterior venta. Los órganos de las víctimas anónimas se venden a traficantes de los países del primer mundo donde tienen mucha demanda como EE.UU. Alemania, Francia, Inglaterra, Italia, Japón, etc. En Turquía, en diciembre de 2000, el Ministerio del Interior distribuyó una nota circular en todas las comisarías informando de que esta práctica era real y que había que prestar especial atención a los barrios más pobres.El tráfico de órganos también se mercantiliza en Internet. El servidor chino Netease vende pulmones, riñones y córneas. El origen, desconocido. Pero la pena de muerte instaurada en el país podría dar explicación al destino de parte de estos órganos. Hace pocos años un funcionario de prisiones de la provincia china de Liaoning denunció que hospitales, policías y tribunales se ponían de acuerdo para que coincidieran las ejecuciones con las operaciones previstas.

Esta nota no debe ser tomada en contra de la donacion de organos (un maravilloso acto humano) sino para que se apliquen correctamente politicas adecuadas para la implementacion de esta ley. Estoy a favor de la vida, en contra de la mafias que trafican y ponen en peligro nuestras vidas.